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TERAPIA DE  PAREJA

Pida su cita. Psicóloga Janneth Nieto R. 7815337 – 320 412 3316 psicóloga de profesión de la universidad católica de Colombia, avalada ante la secretaría distrital de salud en Bogotá. Servicio a domicilio.la terapia de pareja es la alternativa para recuperar la comunicación, la expresividad emocional, la afectividad, el deseo, el poder dialogar y solucionar conflictos pacíficamente. Contácteme e iniciaremos el proceso de terapia de pareja para que vuelva a usted a sonreír con su pareja, la tranquilidad y armonía vuelva a su hogar. se sienta como lo hacía cuando la pareja estaba en su mejor momento y realizar no solo un proyecto de vida individual sino de pareja exitoso.

Objetivos que se legran en la terapia de pareja:

  • Escucharse el uno al otro

  • Escucha activa

  • Comprensión mutua

  • Diálogo en donde se lleguen a soluciones concertadas

  • Reconocer las formas de pensar y sentir de mi pareja

  • Manejar emociones y expresarlas adecuadamente

 

 

TERAPIA DE PAREJA

 

 

Terapia de Pareja, también denominada Psicoterapia de Pareja, es el tratamiento clínico psicológico que se brinda a ambos miembros de una relación sentimental, en su condición de enamorados, novios, esposos, convivientes, separados y/o divorciados, por parte de un psicoterapeuta o terapeuta ..
La terapia de pareja es cosa de dos y normalmente es uno el que da la voz da alarma y el otro, al menos, tiene que estar dispuesto a colaborar. Si no es así, el que ve el problema todavía se puede acudir al profesional, que podrá ayudar aunque, lógicamente con menos capacidad de maniobra. El principal problema en el fallo de la terapia de pareja es que se acude al profesional cuando ya no hay solución.
A la hora de acudir a la terapia, lo hacen más fácilmente las mujeres, porque tienen una formación mucho mayor para compartir sus sentimientos y emociones y también para pedir ayuda. Sin embargo, una vez iniciada la terapia, cuando se rompen las primeras barreras, el hombre está tan interesado como la mujer, de hecho la dependencia emocional del hombre hacia su pareja suele ser mucho más grande que la de la mujer.


¿ cuál es la duración de al terapia de pareja?


La duración de cualquier terapia depende del problema que se presente. Hay que tener en cuenta que la terapia la hacen los clientes y no el terapeuta y por tanto depende de cada uno de ellos, del cariño que todavía queda entre ellos, etc. A veces basta con un par de sesiones para poner las cosas en su sitio, otras veces es necesaria una terapia más profunda. 

 

 

 

TERAPIA DE PAREJA COGNITIVO CONDUCTUAL
La terapia de pareja cognitivo conductual se ha centrado en el análisis detallado de los conflictos cotidianos que pueden llevar a la ruptura de la relación, se ha planteado cómo aparecen los problemas, y cómo se mantienen. Ha identificado una característica que se asocia con ellos de forma general, un predominio de interacciones negativas sobre las positivas. Con el objetivo obvio de conseguir una intervención eficaz, ha planteado la forma de superarlos centrándose en aumentar el intercambio de conductas positivas y en mejorar la comunicación y la resolución de problemas. (Costa y Serrat, 1982; Cordova y Jacobson; 1993; Bradbury y Karney, 1993; Cáceres, 1996; Lawrence, Eldridge and Chistensen, 1998; Halford, 1998; Christensen, 1999; Finchman y Beach, 1999a; Christensen y Heavey, 1999).
La eficacia de la terapia de pareja cognitivo conductual basada en esos parámetros está ampliamente demostrada de forma empírica (Chambless et al, 1998). Sin embargo, el porcentaje de recaídas es muy alto y los informes indican que la mejora del bienestar subjetivo deja que desear (Christensen, 1999). Si bien la terapia de pareja ha pasado por una fase de impasse (Jacobson & Addis 1993; Gottman 1998), en el intento de superación de estas limitaciones, se han ido añadiendo factores en las intervenciones, incorporándose últimamente elementos básicos en la relación interpersonal como son la intimidad y la emoción (Christensen, Jacobson, Babcock, 1995, Jacobson, Christensen, 1996, Cordova y Scott, 2001). No hay que despreciar la influencia que en ello ha tenido el desarrollo de otras terapias, no estrictamente cognitivo conductuales, que han demostrado su eficacia de forma empírica (Greenberg y Johnson, 1988; Snyder y Wills, 1989; Weissman et al., 2000).
Otro factor de influencia que se va plasmando en los últimos años son las investigaciones de la psicología social, que hasta hace relativamente poco no tenían reflejo directo en la terapia (O’Leary y Smith, 1993); pero que se están incorporando en la última década (Johnson y Lebow, 2000).
Se podrían ver estos avances como una mera acumulación de métodos y técnicas sin una guía que los dé sentido. Si bien la terapia de pareja cognitivo conductual ha partido de datos empíricos buscando desde ellos una teoría que los explique (Cáceres, 1996), la consideración de la estructura de la pareja en sus dos vertientes básicas, como ente social y como relación diádica interpersonal, permiten integrar, encuadrar y comprender los últimos avances y aportaciones e intuir los caminos por los que va a discurrir su desarrollo futuro. En este artículo se plantean aspectos generales de la estructura de la pareja como ente social y relación diádica; desde ellos se obtiene un marco en el que se encuadran los conflictos, las áreas en que se producen, sus formas y consecuencias. El mismo planteamiento proporciona una visión que ayuda a comprender las soluciones que les ha dado la terapia de pareja cognitivo conductual, su eficacia y limitaciones y como las últimas aportaciones han ampliado el campo de acción terapéutico, actuando sobre aspectos de la estructura de la pareja que trascienden la mera acción sobre el conflicto. Esta perspectiva permite también intuir los pasos futuros que se darán para ir mejorando en los tratamientos de las parejas.

La pareja como ente social

Sobre su situación actual en España puedes ver una reflexión en este enlaceVista desde la sociedad la pareja es una entidad basada en la relación entre dos personas. Como ente social la pareja se comporta como una unidad y es reconocido así por los que los rodean. Es dentro de la pareja como institución social donde se producen las relaciones diádicas entre sus miembros. Las leyes, los usos y las costumbres marcan y definen unas características básicas en la pareja, como el compromiso que une a sus miembros, y le asignan una función social, influyendo decisivamente en la forma y contenido de las relaciones entre sus componentes.Hasta hace poco la inmensa mayoría de las parejas estaban constituidas por un par de personas de distinto sexo que en función de distintas razones decidían compartir su cuerpo, apoyarse mutuamente en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, en la alegría y en la tristeza, hasta que la muerte los separase. La pareja era un matrimonio que tenía como objeto social la creación de la familia y plasmaba sus intenciones legalmente en un contrato matrimonial. Actualmente ninguna de las dos cosas es necesaria para que un entorno social considere que dos personas constituyen una pareja; muchas parejas no tienen intención de formar una familia y no plasman su relación por medio de un contrato explícito. El concepto de pareja se ha hecho más amplio.El papel de la pareja y la familia en la sociedad ha ido cambiando a lo largo de los tiempos. En los últimos doscientos años, la familia ha pasado de unidad de producción a unidad de consumo (Kearl, 2001). Cada miembro de la familia obtiene los ingresos de forma independiente y en la familia se comparten los bienes de consumo, comida, vivienda, etc. La existencia social de la pareja implica que en muchos aspectos mantiene una conducta común, única, y que existen una serie de bienes sobre los que mantiene una propiedad y un uso común. Ante la sociedad emplea el “nosotros” como responsable de la propiedad y de las acciones.Actualmente se supone que el objetivo implícito con el que cada miembro se incorpora a la pareja es hacer la vida más feliz y plena al otro y recibir un trato análogo. Para ello intercambian conductas y comparten, desde un punto de vista social, una serie de bienes y actividades. Lo hacen de forma prioritaria, llegando esta prioridad a ser un compromiso de exclusividad. Algunos de los bienes y actividades que comparten son:El cuerpo. Es la característica más específica de la pareja. Las parejas se distinguen porque comparten cada uno el cuerpo del otro. Las relaciones sexuales de los miembros de la pareja se plantean de forma exclusiva entre ellos mientras la relación existe. Es más, generalmente cuando se dan relaciones sexuales fuera de la pareja, se pone muy seriamente en peligro la continuidad de la pareja.Bienes económicos. Existe un compromiso económico por el que se comparten diferentes bienes. Se suele tener una vivienda en común, aunque actualmente son frecuentes las parejas que tienen casas diferentes y alternan la vida en común durante periodos cortos, por ejemplo fines de semana o vacaciones, con la vida separados, cada uno en su piso. Llevan una relación de noviazgo eterno, en la que no existe el proyecto de profundizar y compartir nada más.
  • El compromiso de compartir bienes económicos puede estar respaldado de forma legal o no; en las parejas de hecho, no existe compromiso legal de compartir bienes y generalmente ni siquiera se pacta explícitamente las reglas que se van a seguir.
  • Hay que resaltar la parte de logística que tiene compartir bienes de consumo. Por ejemplo, si se comparte un piso es preciso determinar quien se encarga de cada tarea doméstica. Actualmente es un foco importante de conflicto en las parejas, quizás por la poca cultura que tienen los hombres de hacer tareas domésticas (Fishman y Beach, 1999).
La paternidad /maternidad. Es uno de los motivos que llevan a constituir una pareja estable. Pero también esto está cambiando. La proporción de hijos nacidos de mujeres solteras es cada vez mayor llegando a ser mayoritario en países como Islandia, Suecia o Noruega Family Fact File (2001).
Existen otros elementos que se comparten de alguna forma como el prestigio social, los amigos, pero no se hace de forma exclusiva y la variación del grado de una pareja a otra es muy grande. Por ejemplo la exclusividad a la hora de compartir el tiempo de ocio ha cambiado notablemente; si bien no ha sido nunca determinante para el hombre, ahora cada vez es menor la exigencia y mayor la libertad de cada miembro de la pareja para tener sus momentos de ocio independientes. Hay que tenerlos en cuenta porque priorizar la seguridad económica en el caso de las mujeres o el prestigio social en el caso de los hombres puede dar lugar a distorsiones importantes y a conflictos a largo plAZO.
 
 
 
 
 
DIALOGO EN PAREJA

 

 

Qué es dialogar?

Intercambiar puntos de vista, razones de ambos. soluciones posibles… pero siempre escuchando al otro con buena voluntad y sabiendo aceptar con humildad y sencillez todo lo positivo que el otro aporta. Cerrarse al diálogo es cerrar la puerta a todo entendimiento y hacer insoportable la convivencia.
El diálogo sincero y amistoso ayuda a solucionar problemas y descargar las tensiones.

Se dialoga no sólo con la palabra, sino también con la mirada, la sonrisa, el tono de la voz, los gestos, el silencio… Este tipo de lenguaje es a veces más necesario y reconfortante que el de las palabras, porque expresa con mayor claridad la actitud interior.

Lo que hay que potenciar y evitar en el diálogo:

Actitudes positivas que facilitan el diálogo

  • Aceptarse uno mismo como es, pero teniendo presente que puede cambiar y mejorar.

  • Dejarse ayudar. Esta postura siempre cautiva al otro.

  • Ser coherentes, transparentes y sencillos a la hora de comunicar algo.

  • Aceptar al otro como es, con sus luces y sus sombras.

  • Comprender al otro en aquello que dice y en lo que no puede o no sabe decir; aquello que está detrás de sus palabras.

  • El espíritu de tolerancia y un cierto desprendimiento de las propias seguridades.

  • Saber encajar con sencillez los propios errores y limitaciones.

  • El optimismo, la alegría y el buen humor son siempre ingredientes saludables para el diálogo y la comunicación.

Actitudes negativas que dificultan el diálogo

  • El conocer poco al otro y la poca confianza en el otro pueden provocar celos, prejuicios, malentendidos, reservas…

  • El talante orgulloso y autosuficiente bloquea a la persona y produce una serie de complejos: sentimientos de inferioridad, de agresividad de decepción…

  • Tener una postura crítica y negativa ante el otro, crea un ambiente de pesimismo y de falta de esperanza.

  • La condena y la intolerancia hacia el otro, lo hunden psicológicamente y no le dejan aire humano para respirar.

  • Las manías, las obsesiones, el autoescucharse, el repetir mil veces las cosas…

  • La manera y la forma de dialogar. El diálogo suele fallar, no por el contenido, sino por la forma: los gritos, las ironías, las segundas intenciones, la verdad a medias…

La comunicación en los momentos difíciles:

  • No dejarse llevar por la espontaneidad. Es mejor estudiar y meditar con tranquilidad el problema.

  • Pedir ayuda y orientación a otras personas cualificadas.

  • No perder los nervios, ni la esperanza, ni el optimismo.

  • Saber esperar: Dale tiempo al tiempo que es el mejor remedio contra todos los males (Miguel de Cervantes).

  • Rezar a Dios pidiéndole su luz y su verdad.

  • Un silencio oportuno puede resultar fecundo y esclarecedor.

El encuentro y la comunicación sexual:

La sexualidad invita al ser humano a salir de sí mismo y a darse al otro.

El encuentro sexual tiene estas características:

  • Libertad: Ni imponer al otro, ni dominación , ni explotación.

  • Igualdad: Hombre y mujer tienen los mismos derechos y la misma dignidad.

  • Ternura: Sensibilidad y respeto al otro.

  • Fidelidad: El amor matrimonial es fiel y exclusivo.

  • Generosidad: Pensar más en el otro que en uno mismo.

  • Globalidad: No reducir el encuentro sexual a lo puramente genital, ni vivirlo como pasatiempo frívolo, ni como objeto de consumo.

Para pensar

 

Somos tan… crueles
que prefieres estar unas horas con quien quieres
que toda una vida con quien te quiere,
— o al revés —.
Gracias Gloria Fuertes

 

 

AFECTIVIDAD EN PAREJA

 

Margarita Murillo Gamboa
mmurillo@emailcr.com

 

El componente afectivo se va a definir por los elementos que son esenciales al amor, tales como los valores de verdad, respeto, fidelidad, libertad y a partir de mi experiencia terapéutica he podido rescatar aspectos como el diálogo, la responsabilidad y el desarrollo de procesos de aceptación.

Se mencionan dos tipos de experiencias en el desarrollo de este componente, como el poder tener un sentimiento de amor con uno mismo, con los demás y con Dios. También se destaca el poder desarrollar un crecimiento afectivo que tiene que ver con la posibilidad de diferenciarnos, identificarnos, actualizarnos y desarrollar la autonomía afectiva.

Además se destacan aspectos como la afinidad afectiva, la amistad y la confianza.

Este componente tiene la variante de ser el eje de equilibrio en el desarrollo adecuado de los componentes eróticos y espirituales, es decir, el componente espiritual necesitará de los elementos del erótico para su adecuado desarrollo y viceversa. Pero será por medio de la afectividad, la forma de cómo logrará integrar los elementos necesarios de acuerdo a la etapa del desarrollo en la que nos encontremos.

No es un secreto que muchas de las consultas en sexualidad giran más en torno al tema del manejo de la afectividad en la relación entre hombres y mujeres, así como en la estructuración de lo que se desea o no para la vida personal.

Como lo hemos podido observar, este manejo de la afectividad se manifiesta y comunica de manera diferente en hombres como en mujeres, básicamente por el efecto de los patrones culturales que adquirimos cuando conformamos nuestro comportamiento en relación con los roles que se nos han inculcado.

El componente afectivo es el eje medular de toda relación humana y por ende del desarrollo sexual. La forma en cómo se expresen nuestras emociones, así como la claridad que tengamos hacia la intensidad de estas emociones, hará que esta fuerza de vida–creativa, que es la sexualidad, engendre frutos o no.

Para el componente erótico, poder lograr una máxima expresión orgásmica estará determinado por la clara conciencia de los sentimientos, así como por un conocimiento erótico importante del cuerpo, además de la sensación de respeto por sí mismo y por la relación con la otra persona.

 

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